Marketing negro.
La prima segunda del fiscal Alberto Nisman, quien
escribió un oportuno libro en el que asegura que su pariente fue asesinado, prácticamente
no tenía relación con él.
Andrea Garfunkel hacía "un año y medio o dos" que no lo veía, y -en rigor- nunca habían tenido una relación estrecha. No conocía el departamento de las torres Le Parc de Puerto Madero, no mantenían contacto telefónico (de hecho, "no contaba con ningún número de él") ni sabía de su intimidad.
El libro promocionado con la sangre fresca del fiscal se titula In Memoriam, y en la página 125 afirma: "Mi primo Alberto dormía con pijama. Al despertar cada mañana -como cualquier hombre-, se lo quitaba y lo dejaba tirado. Quien haya podido acceder a las imágenes de su dormitorio que constan en el expediente, descubrirá el pijama de mi primo doblado sobre una banqueta al costado de la cama. Ese detalle 'intrascendente' tiene una única explicación: el sábado por la noche, no durmió en su cama. No hubiera podido. Agonizaba en el baño. Caso resuelto."
Pero esa aseveración quedó malherida tras su declaración como testigo ante la fiscal Viviana Fein. Allí habló de "un pijama que en la fotografía aparece doblado sobre la cómoda que le hace inferir que su primo que dormía con pijama, el sábado no durmió".
¿De dónde sacó Garfunkel que su primo, al que sólo veía dos veces por año en fiestas religiosas, y desde hacía tres ni siquiera en esos acontecimientos, dormía en pijama? "Su tía Sara le comentó ese dato."
Toda la construcción de la teoría del homicidio se basó sobre un comentario que le formuló
la madre de Nisman, publicó
Tiempo Argentino.
Una familia que no pierde oportunidades para hacerse de un mango.